I.
Vimos por primera vez a Bryan hace casi un mes en la Cuesta del Cristo de la Luz. Nos llamó la atención su mirada, no se, quizás su inocencia, la forma cercana de mirar y hablar como si el mundo fuese más natural de lo que nos empeñamos en hacerlo los demás, tan complicados. Se acercó a nosotras, se interesaba por la vida y los recuerdos de uno de los profesores que marcó su vida (y también la mía, como compañero de andanzas filosóficas) en el instituto. A penas fueron unos minutos pero ambas, Sagri y yo, nos dimos cuenta de su luz…aún no sabíamos su nombre…
II.
19 de agosto. Que calor. Llamada de los albañiles: el termo del agua caliente está “picado” (maldito!!! lo he cambiado ya tres veces desde que me vine a vivir a mi cuevita) y hay que comprar uno nuevo…”pero mejor que lo compres tú, el que más te guste, el que prefieras”…y dónde coño compró yo ese aparato?? Consulto a la perla, recogemos a Sagri y pal Poligono. ¿Una hora dando jodidas vueltas? Por fin un cartel que promete.. “FONCAM” (Almacén de “cacharritos” para fontanería)…ambiente: el jefe del establecimiento (de interesante altura) y cuatro ayudantes (dos hippies, uno jovencito y otro de edad opinable, y dos morenos más…atendiendo a fontaneros y a un viejo (más pesado que!). El escenario decorado con posters de mujeres en “mameyas” y algunas caricaturas…
III.
II.
19 de agosto. Que calor. Llamada de los albañiles: el termo del agua caliente está “picado” (maldito!!! lo he cambiado ya tres veces desde que me vine a vivir a mi cuevita) y hay que comprar uno nuevo…”pero mejor que lo compres tú, el que más te guste, el que prefieras”…y dónde coño compró yo ese aparato?? Consulto a la perla, recogemos a Sagri y pal Poligono. ¿Una hora dando jodidas vueltas? Por fin un cartel que promete.. “FONCAM” (Almacén de “cacharritos” para fontanería)…ambiente: el jefe del establecimiento (de interesante altura) y cuatro ayudantes (dos hippies, uno jovencito y otro de edad opinable, y dos morenos más…atendiendo a fontaneros y a un viejo (más pesado que!). El escenario decorado con posters de mujeres en “mameyas” y algunas caricaturas…
III.
Nos atiende el hippie de edad opinable y me coloca un termo de dimensiones descomunales (menos rastas y más cálculos!!). Mientras, observo la paciencia con que el hippie adolescente está tratando al viejo más pesado de todo el Poligono. Le miro con intención de trasmitirle un mensaje…!!pero mándale a la mierda!. Me suena esa carita…Sagra lo confirma: es él.
IV.
IV.
Y vuelta con el termo para arriba y para abajo. Este no sirve, no hay hueco, es demasiado grande y otra vez carreterita (con la calorina) a la casa de la fontanería. (Continuará..)